Un año, una historia

¿Que cuenta, gente? Estoy escribiendo para que sepan como fue mi año. Seguramente será como los demás "balances". Fue un buen año, todos los años son buenos. Creo que cada año es importante en la vida de una persona. Es raro como las personas cambian, pero no hablo de cambiar para los demás. Sino, de cambiar esas cosas que no le contamos a nadie, esas cosas que nos guardamos para uno mismo. Esas cosas que son, en parte, son las que hacen que formen nuestra mirada de la vida. Me da gracia recordar que en el comienzo de año pensé que en el 2008 era inmadura, que en el 2008 pensé que en el 2007 era inmadura. Seguramente, en fines del 2010 piense que sólo era una pendeja. ¿Por qué creía que no había madurado? ¿Creo que ya maduré? No creo que haya madurado. Sigo siendo una pibita, una boluda, me falta mucha sopa todavía pero creo que aprendí cosas nuevas. Antes afronté las situaciones difíciles con enojo, simplemente porque no sabía qué hacer. Me confundía y la confunción me provocó bronca. Más tarde, entendí que es mejor asumirlos y arreglarlos. No se logré nada respondiendole mal a mi gente. Me dí cuenta de contra quienes debía estar, si se puede decir "en contra". Si las cosas van mal, no las iba a mejorar siendo más difícil, fue lo que aprendí a lo largo del año. Corrección: Fue una de las cosas que aprendí a lo largo del año. Porque mi año estuvo lleno de aprendizajes, de esos aprendizajes que me marcaron, se esos pasos con los que deje una huella importante. También de gente que me marco, de forma buena o mala. Gente que me apoyo, gente me obstaculizo, lo cual fue bueno de cierta forma ya que sirvió para crecer. Gente que amo, gente que descubrí, gente que conocí y gente de la que no me separé.
También quiero agradecer a alguien, fue alguien que me escucho, que me ayudo a aclarar mi cabeza. Lo conozco desde hace un año exactamente. Al principio fue raro, no lo terminaba de entender. Más tarde, pude sentir su espíritu. Le abrí mi corazón y mi mente, los acepto sin reclamar nunca. Es alguien sin el que no podría vivir simplemente. Alguien que si no lo tuviera, lo añoraría como a nadie. Porque durante este año, me acompañó. Me ayudó y de cierto modo me aconsejó. Llegue a amarlo. Porque sabe de mi como nadie sabe. Le conté cosas que a nadie le he contado. Es algo más que superficial. Es profunda la situación. Y aunque es verdad que no es de dar muchas palabras, me dijo cómo expresarme con los demás. Fue tan importante para mi que es parte de lo que soy. Por todo eso y por más cosas: ¡Feliz año Blog de mi corazón! Jajaja, ¿Qué pensaron? En fin, sé que ustedes, también tienen sus propias historias. Sus propias experiencias del año. Todos vivimos cosas buenas y malas. Resulta imposible no vivir cosas malas. Además si no existirían le sacaría la gracia y no nos daríamos cuenta de lo buenas que son otras cosas. ¡Feliz año! Cuidense. ¡Ciao!