Hoy fuí a ver el vía crucis a una iglesia que esta a dos cuadras de mi casa. Desde chiquita, mi vieja me llevaba a ver la misma historia. Sin embargo, mi mente recibía la actuación de un punto de vista diferente cada vez que iba. Me conmovía, era indiferente, me impactaba o simplemente me percibía un sentimiento de culpabilidad. Este año, me hizo sentir rara. Mientras unos chicos actuaban, un tipo de mediana edad explicaba lo que es dar la vida por una causa y lo importante que es siempre tener esperanza. Se crea o no que Jesús era hijo de Dios, se crea o no que Dios existe, lo que Jesús sufrió por otras personas es simplemente conmovedor. Veía cómo la gente lloraba de forma muy sincera. Me di cuenta que la fe es algo diferente a la Iglesia como institución. La Iglesia debería solo preocuparse por dar a saber la historias de la biblia a quienes quieran escucharlas. No obstante, el mundo es corrupto y su organización es terrible. Sin embargo, eso no escusa nuestra hipocresía al acordarnos de Dios solo en Semana Santa y Navidad. Seguramente en dos semanas me olvide otra vez de todo. Lo importante es siempre creer y tener fe, no creo que sea obligatorio ir todos los domingos a misa, simplemente es necesario ser una buena persona, ser fiel a las creencias propias, pero siendo en todo momento tolerante y respetuoso. Si algo en lo que se debe tener libertad, es en qué creer, qué valores defender y qué elegir para la vida. "Vive y deja vivir". Si uno elige divorciarse o casarse con alguien del mismo sexo, no creo que sea pecador si se trata de una buena persona.

En realidad, me disperse mucho, lo importante es que al ver el vía crucis sentí muchas cosas. Me gustaría ligarme un poco más a la fe, pero ya lo dije, soy una hipócrita. Comprobé varias veces lo muy confortante que es tener completa confianza con Dios y poder agradecer después que las cosas hayan mejorado. Para muchos, habrá sido es destino, alguna persona o simplemente una casualidad. Pero creer es una hermosa libertad.