sábado, 8 de mayo de 2010

Se encontraba en ese universo perfecto en el que no existían preocupaciones. En aquel mundo lleno de risas y comentarios que divierten y son olvidados al poco tiempo. Cada paso que llevaba consigo era un movimiento de las manecillas del reloj que palpitaba en su cabeza. Ella se alejaba poco a poco de esa realidad. Corrección: de ese sueño. Sintió la brisa de otoño golpear su rostro con la intensidad de un leve susurro. Espero, aguardo, tres instantes que duraron un siglo. Suspiró y expuso una sonrisa. Al abrir la puerta encontró a su madre asomada por una pequeña ventana que llevaba a la cocina. Establecieron una simple conversación, de aquellas en las que preguntas "¿como estás?" sabiendo que el otro respondería "bien" aunque no sea así. Ella se dirigió a su habitación a paso tranquilo. Cambió su vestimenta e inspecciono en busca de algo de tomar. Ya sentía venir la tormenta. Escuchó gritos que se abrían paso entre la paz. Pudo ver como su familia se quebraba al borde de la violencia. Ella se dio la vuelta. Su mirada ya había sido sostenida suficiente tiempo para esconderla. Sin embargo, le fue imposible tratar de no ignorar lo sucedido. Sus ojos brillaban, no de lágrimas, de frustración, de desilusión y de impotencia. Veía a la nada esperando algo que su subconsciente sabía que jamás llegaría.
Ella se sentó en la cama abrazando sus rodillas y dirigiendo la vista a la espaciosa ventana. Pudo ver como las personas pasaban empujando a sus hijos para llevarlos al colegio, mirando insistentemente el reloj con la prisa de llegar al laburo o simplemente vagando con aquella miraba sombría y oscura, con esa expresión de dolor seco y sin tristeza. En ese momento, cayó en el tablero, ella era solo un peón. Ella era una pieza insignificante, uno de muchos. Observó esas personas errando en las viejas calles de Luzuriaga. Cada quien con sus dramas, cada quien con sus problemas, cada persona en su camino. Esa era la realidad, esa es la realidad que ella entendió. La realidad con la que aprendió a entender, aprender y vivir.
PD: Casi a un mes de mi última entrada. Ya se. No se que decir.

2 comentarios:

  1. Bueno voy a hacer mi tipico comentario muy conocido: Amé tu entrada, tu capacidad para desarrollarte escribiendo es increible.
    Y sí, todos tenemos esos momentos en los cuales sentís impotencia y que sos uno más del montón que no podés cambiar nada de lo que está sucediendo, y queres tener un boton para frenar al mundo, pero bueno, esa es la realidad y todos la tenemos que enfrentar.
    Vos sabes que siempre voy a estar para lo que necesites! Nunca lo dudes, así como estoy en las buenas, con más razón voy a estar en las malas!
    Te amo muchisimo♥

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  2. ¿Sabés lo que necesito urgente? Una salida de nosotras dos, solas, tranquilas. Necesito hablar con vos, no hablar de mi como suelo hacer sin darme cuenta. Necesito hablar de la vida, y decirte lo mucho que te amo amiga. Sos una persona sin la cuál yo no sería lo que soy hoy. Por todos los momentos juntas y más te agradesco MEJOR AMIGA. Te amo con mi vida.

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