domingo, 26 de septiembre de 2010

Buenos días, gente. Por mi parte, estoy tomando mate, en pantuflas, pantalón de piyama y mi vieja remera gastada de MCR. Me desperté a las 12:30, completamente despejada a causa de no haber salido a la noche, me preparé un café y me dispuse a idiotisarme en la PC. Entre, como es habitual, al Facebook y abrí múltiples blogs (de gente conocida y de gente desconocida). Entonces, surgió un nuevo tema para mis investigaciones (?). El cual comienza con la pregunta "¿Por qué los adolescentes son tan auto-destructivos?" (Me incluyo). Siempre pensé que la respuesta radicaba en que es una clara forma de intentar llamar la atención, hipótesis que pude comprobar en sujetos como nombre censurado, aquellas personas que ya escriben en la frente "Soy muy rebelde" con marcador (deleble). Bueno, me estoy desviando del tema.
Descubrí que existen sujetos que se encuentran con su propio cataclismo sin desearlo. Por ejemplo, el típico pibe que sale a escabiar, termina re dado vuelta y repite el ciclo una y otra vez. Ese chabón que todos afirman que no va a pasar de los 30 años (con suerte). Mi resolución es que la realidad es una puta mierda (si, lo se, te esperabas algo menos pedorro). Sin embargo, parece que la juventud nos hace fijar los ojos en las cosas menos importantes. Hay tantas cosas hermosas para disfrutar, no es necesario buscar formas de escapar de la realidad. Sucede que a esta edad lo que menos nos caracteriza es el optimismo, vemos todo de color gris y sentimos que somos más poderosos que la vida si nos cagamos en todo. No. No es así. No sirve no darles importancia a las cosas. Tienen su importancia, se debe buscar la solución. Es posible encontrar un equilibrio. Y de una vez por todas, disfrutar. Saber cuanto más puede sufrir la gente y valorar. Últimamente, no tolero el pesimismo (a veces no me tolero tampoco por ser pesimista). Y no, no veo todo de color de rosa. Tengo mis quilombos, pero se que hay quienes sufrieron más, quienes nunca merecieron eso, personas de oro que las golpearon y tienen los huevos para seguir sin decir "me cago en todo y soy re rebelde" justificándose con la situación. Así que, un enorme abrazo a esa persona. Comencemos a reconstruirnos.

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