jueves, 17 de febrero de 2011

Puede que sea hora de volver a darle vida a este blog. Puede que sea hora de volver a abrir el universo de mi mente. Siempre me había sido fácil usar el blog para decir todo aquello que me lastimaba o que, simplemente, me jodía. Sin embargo, las últimas veces que pensaba tener "material" para escribir terminaba con los dedos petrificados rozando el teclado sin escribir absolutamente nada.
El párrafo anterior lo escribí hace algunas semanas así que puede verse un poco el contraste entre la calma y la paz del ya mencionado párrafo con el resto del texto. Como pueden notar, al escribir lo anterior, otra vez, me paralicé sin saber qué escribir. Ahora lo tengo. Mejor dicho: Mierda, ahora lo tengo. No es que algo haya empeorado. Sencillamente, no logro entender cuando estoy en una buena situación y cuándo no. Los últimos meses me formaron y terminaron de tallar esas confusas ideas que tenía en mi cabeza.
Siempre sucede lo mismo: Peleas, discusiones, dolores de cabeza y otra vez, yo, "la pendeja", en el medio de toda la situación, actuando como una jodida adulta. La realidad es que de buena o mala manera, aprendí a valerme de mi misma. Creo que un laburo seria lo único que me saltaría para ser declarada un mina de 30. Y pongo el rostro porque son dos estúpidos que no quieren verse, que sólo se preocupan en destruirse mutuamente. Como quieran. Yo les respondo que me interesa poco y nada lo que hagan con sus vidas. Jode, realmente jode ver como se autocompadecen sin observar nada de lo que les rodea. Pero no tengo tiempo para autocompadecerme yo. La vida sigue. Simplemente, me da cólera ver cómo gastan energías, guita y esfuerzo en demandas calculadoras, sin fijarse en lo esencial para el orden.
No soy del tipo de minas que esperan que vuelvan a estar juntos, no tiene nada que ver conmigo. Pero deberían ponerse los pantalones y arreglar sus propios asuntos sin que me pidan que "tome partido". Siento que constantemente me esfuerzo para que todo este en la mayor paz posible. Sin embargo, parecen empeñarse en pisotear lo que sea necesario para obtener sus propios intereses. El esfuerzo tiene un límite, yo también quiebro y exploto. Hago todo aquello que puedo y me empeño en actuar razonablemente pero me ganan. Son tan inmaduros, son tan orgullosos, son tan egoístas y a pesar de eso, no puedo dejar de querer esas pequeñas partes que de vez en cuando se preocupan por mi.
A veces, fantaseo con caminar o manejar lejos, muy lejos, durante días y sentarme finalmente, habiendo olvidado todo, con una sonrisa en la cara. Pero la realidad vuelve y esa burbuja protectora explota. Tal vez es por eso que disfruto tanto salir, divertirse y beber, porque en esos momentos no recuerdo esos ratos desagradables. Mi mente se escapa y puedo relajarme... aunque sea por una noche.

Suspiro... Necesitaba descargarme.
Gracias.

1 comentario:

  1. Me diste ganas de subirme con vos a un bondi que no sé a donde va y hablar horas y tomar mate y tirarnos al pasto. Me diste ganas muchas ganas. Y lo vamos a llevar a cabo proximamente (urgente)

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